miércoles, 24 de abril de 2013

Algo se me fue contigo

Hoy aún estoy buscando la mejor manera de decirte adiós y al mirarte cada noche, cada mañana, siento que el dolor sigue despertandose en mi corazón. Hoy mis ojos miran como tantas veces ésta primavera gris y sé que tú quieres que a pesar de todo, sea feliz, y llegará ese día en el que mis letras sean escritos felices, pero hasta entonces, son para tí.

Esta noche, como todas las noches desde aquella terrible noche, voy a reposar mi extenuado cuerpo en el viejo desván de mis recuerdos y a retroceder mis pasos por el tiempo. Es el momento del reencuentro contigo, y la nostalgia abismal que llevo dentro por los grandes momentos compartidos. Ahora solo me quedan recuerdos a los que aferrarme, aunque sé que tu me estás cuidando y volveremos a vernos.

Es el ansiado retorno a la infancia feliz junto a ti, a cada momento del calor del hogar, a los momentos vividos y compaartidos durante estos veinticuatro años, cada día, junto a tí.

Es volver a anhelarte, es volver a ese mundo perfecto tan sublime y pequeño donde mis fantasías todas había logrado. Siempre junto a ti, tú que me apoyabas, que me guardabas cada secreto y cada confesión, tú mi siempre mi fiel amigos.

Es sentir nuevamente la ternura infinita, la emoción inegable de estar juntos, esa inocente y pura ilusión llena de esperanza.

¡Bellos y felices tiempos!

Si estás cansado de sentirte solo, piénsame.

Juro no olvidarte y nadie podrá ocupar el vacío que has dejado, porque sólo tú eres especial. Recuerda que hay alguien que piensa en tí. Recuerda que alguien que vive para tí.