Esta noche, como todas las noches desde aquella terrible noche, voy a reposar mi extenuado cuerpo en el viejo desván de mis recuerdos y a retroceder mis pasos por el tiempo. Es el momento del reencuentro contigo, y la nostalgia abismal que llevo dentro por los grandes momentos compartidos. Ahora solo me quedan recuerdos a los que aferrarme, aunque sé que tu me estás cuidando y volveremos a vernos.
Es el ansiado retorno a la infancia feliz junto a ti, a cada momento del calor del hogar, a los momentos vividos y compaartidos durante estos veinticuatro años, cada día, junto a tí.
Es volver a anhelarte, es volver a ese mundo perfecto tan sublime y pequeño donde mis fantasías todas había logrado. Siempre junto a ti, tú que me apoyabas, que me guardabas cada secreto y cada confesión, tú mi siempre mi fiel amigos.
Es sentir nuevamente la ternura infinita, la emoción inegable de estar juntos, esa inocente y pura ilusión llena de esperanza.
¡Bellos y felices tiempos!
Si estás cansado de sentirte solo, piénsame.
Juro no olvidarte y nadie podrá ocupar el vacío que has dejado, porque sólo tú eres especial. Recuerda que hay alguien que piensa en tí. Recuerda que alguien que vive para tí.