He tomado LA decisión.
Aunque en realidad tú fuiste quien se fue el primero y yo me aferraba a
la posibilidad de que volvieses en cualquier momento, pero cada día caminabas
más lejos. Siempre puse la excusa de que era por amor todo lo que tú hacías,
más bien, yo te permití tantas cosas que cuando me di cuenta se había hecho
costumbre. No había reciprocidad, las quedadas eran siempre con prisas, y
siempre había algo más importante.
A veces pensaba que te dejé de gustar, que había alguien
más, pero ya da igual eso, perdí mi dignidad una y otra vez, me olvidé del
valor que tengo. Estaba cegada por el sentimiento que decía tenerte, pero en
realidad era un miedo que no me dejaba avanzar si no te dejaba ir.
Tal vez no te quedaste conmigo porque te daba miedo darte
cuenta que yo te quería como tú no sabías quererte…
El peor error que puedes cometer es mantener a alguien en tu
vida más del tiempo que se merece, porque el problema es que aprendimos a
quedarnos, incluso después de tener suficientes motivos para irnos.
El hecho de que te extrañe no significa que quiero que
vuelvas…solo te extraño y realmente no a ti…si no a la persona que pensé que
eras. La persona que conocí y que luego resultó no ser…a él lo extraño…y le
daría todas las oportunidades que fuesen necesarias, pero él no existe.
Hoy, necesito reencontrarme con la mujer fuerte y guerrera
que soy, la que ni por un momento hubiese dejado a un lado su dignidad por un
hombre. No se puede hacer nada para remediar lo que pasó, pero si se puede
hacer mucho para cambiar lo que viene por delante.