En
la vida vamos caminando por caminos y nos damos cuenta que hemos perdido a
nuestro compañero. Intenso es el disgusto porque nunca habíamos caminado sin
él, juntos a todas partes, a la misma velocidad, al mismo ritmo…Y ahora ya no
está, ahora ha desaparecido. De repente silencio, soledad. Quizás yo me he
dormido y me ha adelantado y me está esperando más adelante, o quizás se ha
accidentado y se ha quedado atrás. ¿Vuelvo a buscarlo? ¿Espero a que llegue?
¿Corro para ver si está mas adelante? Hace tanto tiempo que no se me planteaba
esta circunstancia que ahora no encuentro respuesta adecuada ¿Y si le ha pasado
algo?
Razonemos:
por mucho que lo espere nunca volverá. Por lo menos no a este mismo sitio. Sólo
hay una respuesta: seguir o dejarte morir aquí esperando sin ni si quiera saber
con certeza que volverá. Ahora me encuentro dividido, mis pensamientos, mi cuerpo,
mis sentimientos, mi conciencia….cada uno de estos elementos está en un sitio,
perdidos. Más adelante hay un charco, pero no es de lluvia, son las lágrimas de
todos los que han pasado por aquí mientras iban llorando la pérdida de alguien,
como las mías, que pronto empezarán a mojar.
Todas
las pérdidas son diferentes, y por ello no se pueden comparar ni analizar todas
las pérdidas por igual. Desde el punto de vista psicológico la diferencia tendrá
que ver con la dificultad para superar esa pérdida. Cada persona responde a los
estímulos externos siguiendo un patrón de conducta.
Cuando
soy consciente de lo que pasa empiezan a surgir las emociones. Siento un montón
de cosas, pero ya no desde los sentidos. Empiezo a sentir que me gusta, me
asusta, me da miedo, me altera…miedo, ganas deseo, inquietud...Cuando ya ha pasado
todo esto, me alejo para quedarme conmigo y para volver a empezar.
A
veces me doy cuenta de lo que pasa o ha pasado, de lo que he perdido o creía
que tenía, y entonces siento. Ya no son emociones, son sentimientos
Tenemos
la creencia inevitable de que no lo vamos a soportar, pero no es nuestra culpa,
o al menos en parte, porque así nos han educado, de tal forma que nos han hecho
creer que todas las personas que forman parte de nuestras vidas son
imprescindibles, y cada vez, esa lista de cosas imprescindibles va creciendo
“papa, mama, hermano, familia, profesores, amigos, la universidad, la carrera,
el coche, la casa, la novia, la mujer, tus hijos…” ¿Pero nunca has notado lo
imprescindible que eres tú? Porque
sólo sería imposible vivir sin uno mismo. El resto van, vienen,
cambian…pero sólo tú eres imprescindible para ti mismo.
Piensa
que siempre va a haber algo mejor que aquello que hemos perdido. Siempre hay
que dejar atrás las cosas que se quedaron en el pasado, porque ya no están
aquí, porque ya no están en el presente y no sabemos si estarán en el futuro.
En la vida los hombres antes debemos aprender a caminar antes que andar, muchos andan no caminan
ResponderEliminarporque caminar es ser uno mismo
y ser uno mismo es tomar encuenta cada uno de nuestros actos
me quedo en tu sitio te espero
saludos