martes, 8 de enero de 2013

El tiempo en tu vida


Lo tenía todo, un trabajo, unos estudios, una familia, una casa, unos amigos…Todo lo que una persona pudiese desear. Pero ella nunca tenía tiempo, siempre vivía al día, al límite, sin tiempo. Sin tiempo para hacer lo que ella deseaba, sin tiempo para salir de la rutina, conocer gente, sin tiempo para enamorarse. Pero su tristeza era profunda cuando veía a una pareja quererse tanto. Pensaba que ella nunca tendría tiempo para conocer a nadie y hacerle tantas caricias como las que veía cada día en la calle, en el trabajo…pensaba que siempre estaría sola, dedicándose a su trabajo y a los demás, pero nunca a ella misma. Su excusa: el tiempo.
La envidiaban, pero nadie sabía que ella no deseaba esa vida, esa vida tan deseada por tantos y tan odiada por ella misma. Su vacío interno era tan grande que no la permitía disfrutar de todo aquello que ya poseía.
Se sentía frustrada y su tristeza era mayor cuando sentía que no apreciaban lo que ella hacía, que nunca nada era suficiente, que nunca sería perfecta, que nunca su trabajo sería reconocido. Era tanto el dolor que sentía, que necesitaba hacer muchas más cosas para agradar a los demás, cosa que finalmente no conseguía, porque no era suficiente. Sin darse cuenta, que mientras ella perdía su tiempo en agradar a los demás, era tiempo perdido que nunca volvería a recuperar, tiempo que ella podría utilizar para hacer todas esas cosas que tanto la gustaban. Sus años, vacíos, seguían pasando, porque el tiempo nunca se detuvo.
El tiempo es lo más importante que tenemos, es un tesoro que cuando le perdemos, es irrecuperable. El tiempo es aquello que debemos utilizar para hacer todas aquellas cosas que deseamos y dejar de pensar en agradar a los demás, porque nunca será suficiente, nunca se conformarán con lo que haces y siempre te pedirán más. Limítate a vivir, a soñar, a volar, a imaginar, a diseñar tu vida a tu manera, a tu gusto. Porque sólo tu vivirás esa vida, tú vida, la que solo te pertenece a ti, y de la cual te arrepentirás al mirar hacia atrás y ver el inmenso vacío que ha habido en ella durante tantos años por culpa de los demás. NO, por culpa de los demás no, por tu culpa, porque solo tú puedes elegir cómo y dónde.

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