jueves, 3 de septiembre de 2015

Me gustan las personas humildes, porque en su sencillez, son capaces de regalarte hasta el corazón


Cuando hablamos de almas gemelas, generalmente nos referimos a una persona con la que tenemos un vínculo sentimental más profundo, aquella que buscamos para compartir nuestras vidas, sea hombre o mujer, como pareja sentimental. Es necesario que empecemos a creer que hay otras almas gemelas fuera de ese terreno. Hay un momento en nuestras vidas, que al igual que con esa pareja, también encontramos nuestro alma gemela en la amistad. Generalmente puede ser una persona que conociste, que no te cayó absolutamente bien al principio, que la tenías reparo o que incluso os llevasteis mal por un tiempo, pero que finalmente y a día de hoy se ha convertido en tu inseparable compañero/a de vida,  estando contigo en cada momento o su granito importante de tu vida, sea bueno o malo, aportando su granito y compartiendo tu felicidad. Esa persona que consigue que te rías incluso cuando estás llorando amargamente y que además suele ser la misma que también consigue sacarte alguna sonrisa hasta en uno de tus cabreos. Esa persona a la cual puedes llamar a cualquier hora y que sabes que estará ahí y que incluso ha estado en situaciones incómodas para hacerte algún favor.

Sí, tú que estás pensando ¿seré yo?. Sí, eres tú, porque solo vosotros sabéis quienes sois, pocos y yo privilegiada por teneros.

En primer lugar tengo que darte las gracias por ser como eres, porque me dejas ser yo misma cuando estoy contigo. Gracias por ser transparente, sincera/o y por compartir conmigo no sólo mis momentos felices, sino también los más desastrosos, vergonzosos y tristes. Gracias por aceptar que a veces no te cuente las cosas y  esperar pacientemente a que esté preparada para contártelas y estar dispuesta a levantarme una vez si me caigo.

Gracias por ser la persona más buena que conozco, en verdad, haces del mundo un lugar mejor, por lo menos mi mundo es maravilloso gracias a ti. Gracias porque nunca esperas nada a cambio y, sin embargo, das todo.

Gracias por todas las veces que nos hemos reído y por las que nos hemos peleado también. Gracias porque siempre sacas lo mejor de mí, por hacer que este tiempo en los que hemos sido amigas/os parezcan mucho mejor de los que son. Porque durante este tiempo hemos creado recuerdos para toda una vida. Gracias por recordarme que no tengo que preocuparme por los demás, sino sólo por aquellos que me quieren.

Gracias por ser mi fiel escudero, me defiendes ante cualquier persona, aunque luego en privado me eches la bronca por lo que hice. Gracias por tantas cosas, y sobre todo gracias por permitirme seguir escribiendo esta historia y atesorando momentos  eternamente.

viernes, 14 de agosto de 2015

Aprender a dejar ir a quien no tiene intenciones de quedarse


He tomado LA decisión.  Aunque en realidad tú fuiste quien se fue el primero y yo me aferraba a la posibilidad de que volvieses en cualquier momento, pero cada día caminabas más lejos. Siempre puse la excusa de que era por amor todo lo que tú hacías, más bien, yo te permití tantas cosas que cuando me di cuenta se había hecho costumbre. No había reciprocidad, las quedadas eran siempre con prisas, y siempre había algo más importante.

A veces pensaba que te dejé de gustar, que había alguien más, pero ya da igual eso, perdí mi dignidad una y otra vez, me olvidé del valor que tengo. Estaba cegada por el sentimiento que decía tenerte, pero en realidad era un miedo que no me dejaba avanzar si no te dejaba ir.

Tal vez no te quedaste conmigo porque te daba miedo darte cuenta que yo te quería como tú no sabías quererte…

El peor error que puedes cometer es mantener a alguien en tu vida más del tiempo que se merece, porque el problema es que aprendimos a quedarnos, incluso después de tener suficientes motivos para irnos.

El hecho de que te extrañe no significa que quiero que vuelvas…solo te extraño y realmente no a ti…si no a la persona que pensé que eras. La persona que conocí y que luego resultó no ser…a él lo extraño…y le daría todas las oportunidades que fuesen necesarias, pero él no existe.

Hoy, necesito reencontrarme con la mujer fuerte y guerrera que soy, la que ni por un momento hubiese dejado a un lado su dignidad por un hombre. No se puede hacer nada para remediar lo que pasó, pero si se puede hacer mucho para cambiar lo que viene por delante.

lunes, 24 de marzo de 2014

Un año sintiendo que la vida no es vida desde que tú no estás


El adiós no siempre posee la misma forma. A veces ni siquiera escogemos esa palabra para alejarnos, preferimos un hasta pronto en susurro, un mudo hasta siempre o el silencio cuando no queda más que ausencia o dolor, cuando la voz permanece quieta.
A veces la despedida llega inesperadamente, un portazo y el aire frío -inmóvil- como suspendido en el vacío; otras veces se dijo demasiado, tanto, que pareció no haberse dicho nada.
Un millón de palabras, no pueden hacer que vuelvas y lo sé porque lo he intentado, tampoco un millón de lágrimas, lo sé porque he llorado hasta quedarme sin ellas. Nuestros recuerdos de ayer durarán toda una vida. Guardar los mejores, olvidar los demás. Ah no, que no hay ningún recuerdo malo porque tú solo te dedicaste a hacerme feliz. Soñar como si fueses a vivir para siempre, como si en vez de un sueño fuese realidad. Esa será la continuación de nuestra historia. Los sueños, y los recuerdos son lo que hacen sentirte tan cerca, como si estuvieses aquí conmigo, aunque en realidad estés tan lejos que no te pueda alcanzar
Cuanto te extraño, pasan los meses y yo aún pienso encontrarte en tu casa sentado junto a la puerta, mirando a tu alrededor, observando lo que puedes hacer. Tú me enseñaste muchas cosas que en la vida debía afrontar, pero jamás me enseñaste a saber lo que es estar sin ti.
Quisiera decirte tantas cosas. Lamentablemente no me queda nada más que dejarte mis palabras al aire y el consuelo de saber que allí donde estés me estés escuchando. Siento que la vida se me acaba, no sé cómo acostarme sin pensar en ti, no sé cómo hacer para no extrañarte tanto
Pero hay algo más importante que todas las cosas, lo que te prometí. Prometí quererte mientras yo viviese. Uno promete algo cuándo está seguro que puede cumplirlo. Y yo te prometí que te querría toda la vida, y así lo haré.
Ayer pude estar cerca de ti otra vez, los recuerdos de aquel día en que te fuiste volvieron una vez más a mi mente, ver tu rostro por última vez fue mi desolación, observar tus ojos, tu mejilla, tus labios, para que cuando cierre mis ojos pueda recordarte tal cual eras, para que esa imagen no se borre jamás.
Abandonamos a menudo porque la despedida es el único modo de preservar el recuerdo
Te dejo todas las lágrimas que derramé mientras escribía estas líneas. Te dejo mi falta de aire, el dolor que en este momento siento, el dolor. Mi coraje. Todo te lo dejo aquí. Y me quedo con lo que no puede dejar de sonar en mi alma.
 
 

viernes, 28 de febrero de 2014

Siempre hay luz


Un campesino, que vivía la vida con muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda.
Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí. 
El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y revisó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate.
Tomó, entonces, la difícil decisión: Determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Y así se hizo.
Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo de forma de cubrir al caballo.
Pero, a medida que la tierra caía en el animal, éste la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo para ir subiendo.
Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente, consiguió salir!
 

viernes, 4 de octubre de 2013

Muchos son de arena

Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.
 
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde decidieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra: HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó: ¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra? Sonriendo, el otro amigo respondió:
Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.

viernes, 27 de septiembre de 2013

El Perdón de Cohelo

Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan...
 

El perdón es una expresión de amor.
El perdón libera de ataduras que amargan el alma y enferman el cuerpo.

Muchos de nuestros intentos de perdón fracasan pues confundimos esencialmente lo que es perdonar y nos resistimos ante la posibilidad de empequeñecer los eventos ocurridos u olvidarlos.

El perdón no es olvido, no es olvidar lo que nos ocurrió.

No significa excusar o justificar un determinado evento o mal comportamiento.
No es aceptar lo ocurrido con resignación.
No es negar el dolor.
No es minimizar los eventos ocurridos.
No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes.
 

Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

Creemos erradamente que el perdón debe de conducirnos inexorablemente a la reconciliación con el agresor. Pensamos que perdonar es hacernos íntimos amigos de nuestro agresor y por tal motivo lo rechazamos. No implica eso para nada, el perdón es UNICAMENTE PARA TI y para nadie más.
No hay que esperar que la persona que nos agredió cambie o modifique su conducta pues lo más probables es que ésta persona no cambie y es más, a veces se ponen hasta peor.

El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó. La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento.Te tiene encadenado.

El perdón se debe de realizar "sin expectativas" sin esperar que nada suceda. Si esperamos que el agresor acepte su error, estaremos esperando en vano y gastando nuestro tiempo y nuestras energías en una disculpa que jamás llegará. Si estamos esperando esta reacción, luego de haber perdonado, pues realmente no perdonamos de corazón pues seguimos esperando una retribución, un resarcimiento. Seguimos anclados en el problema, en el ayer, queriendo que nos paguen por nuestro dolor. Entonces no hemos perdonado, y quien tiene el control de nuestra vida es el EGO. EGO que quiere a toda costa castigar o cobrar al agresor.
 

No existe nada ni nadie que pueda resarcir el dolor ocasionado en el pasado, el pasado no tiene cómo ser cambiado.Ningún tipo de venganza o retribución podrá subsanar los momentos de tristeza y desolación que vivimos, lo mal que nos sentimos. Al esperar una disculpa, que se acepte el error; nada de eso cambiarán los hechos, lo ocurrido en el pasado, sólo estaremos queriendo alimentar nuestro ego, nuestra sed de justicia mal enfocada.

La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.

El perdón es una declaración que podemos y debemos renovar a diario.

Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.

Perdonando desde nuestro corazón, logramos mirar los hechos tal y como sucedieron y luego decidimos dejarlos ir, dejarlos en el ayer.

Aceptamos que somos APRENDICES! Que la lección ya se encuentra aprendida y que hemos logrado vencer las circunstancias negativas que nos tocaron vivir.

Perdona para que puedas ser perdonado.
Recuerda que con la vara que mides, serás medido...

 

lunes, 16 de septiembre de 2013

Momentos de aprender y vivir


El tiempo ha pasado y sigue pasando, en esencia sigo siendo la misma con un cambio físico debido al paso de los años. Me doy cuenta que he hecho cosas buenas durante esta vida y me quedan muchas cosas por hacer y de las que aprender, cosas importantes que he pospuesto por alguna u otra razón.

El miedo ha estado presente a lo largo de toda mi vida, hasta el punto de parame, dejar de pensar, no reaccionar en momentos importantes, momentos que, quizás, no volverán.

No toda distancia es ausencia, ni todo silencio es olvido,  no toda la gente es falsa ni todo el mundo tiene dos caras. No hay que ilusionarse demasiado y que la vida en presente es un regalo. Me enseñaron que el futuro no está escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personas insignificantes para el mundo pero importantes para los nuestros.

Aprendí a no creer en las promesas, a confiar en casi nadie y a contar con los dedos de una mano a quien de verdad siempre estuvo a mi lado. Que lo más valioso de la vida no es lo que tenemos, sino a quién tenemos.  El físico atrae, pero la personalidad es la que nos enamora. Comprendí que quién no valora lo que tiene, algún día se lamentará por haberlo perdido. Que para ser feliz sólo tienes que hacer feliz a alguien, y sobre todo que si quieres recibir, hay que dar un poco de ti.

Que las cosas se consiguen con muuucho esfuerzo y  que las personas no son perfectas, tienen sus defectos que pueden dañar.  El amor verdadero tiene buen principio y buen final. Y cuando no hay amor todo termina mal, quien no arriesga con lo que quiere no gana.

La vida me ha enseñado  que hay personas que nunca te aceptaran como eres, a menos que necesiten algo de ti... Que la persona que te quiera... tarde o temprano te hará cambiar para bien.

Es el momento de sentirme con nuevas fuerzas y cambiar, de hacer cosas diferentes, de pensar de otra manera, pensar que lo que no ha llegado a mi vida llegará en el momento perfecto, y que si no llega, es porque no tiene que llegar y hay que buscar otras alternativas para continuar.

No he llegado ni a la mitad del camino de mi vida, o sí, quizás, ya haya pasado esa mitad, porque nunca sabes cuándo cruzarás la esquina y llegará el horrible momento, por eso mismo es el momento de coger las riendas, no más miedo, no más temor, no más conformarme, es momento de intentarlo. Llegaré a mis 25, sola y acompañada, feliz y triste, con ilusiones y esperanza de una vida más llena.


Es el momento perfecto, es ahora, es hoy, estoy lista, es cuestión de decisión, el momento llegó, no hay vuelta atrás. Es tiempo de sonreír y contagiar de alegría a los que me rodean.